DAVID BOWIE, POSTHUMANISMO SÓNICO

RAMIRO SANCHIZ

FICHA TÉCNICA


Título: David Bowie, posthumanismo sónico


Autor: Ramiro Sanchiz


Colección: Symbiontes


Lanzamiento en librerías: 25/11/2020


Formato: 14 x 21,5 cms, rústica con solapas, 224 páginas


PVP: 17,55€ (sin IVA 16,85)


ISBN: 978-84-948782-4-4


prólogo a la edición argentina

MEDIOS Y prensa

DÉTOUR, “Bowie, multitudes”, por Óscar Brox
 
CONTRAPUNTO, “Bowie y ‘abducir el afuera'”, por Alejandro Rivero-Vadillo
 
LA RUEDA SUELTA – ENTREVISTA A RAMIRO SANCHIZ, “David Bowie nunca fue David Bowie”, por José Ángel Báez A.
 
ROCK AND ROLL ARMY, “Se edita ‘David Bowie, posthumanismo sónico’ de Ramiro Sanchiz”, por Redacción Rockandrollarmy

 

RUMIAR LA BIBLIOTECA, “Ramiro Sanchiz lee a David Bowie”, por Verónica Nieto
 
 

comparte en:

«Y hay agentes del afuera…

Emergen de los pliegues de lo que llamamos cultura para exponer el artificio donde otros ven lo natural; para enseñar lo producido donde se supone lo dado, para darle la vuelta a las cosas y traer a la luz su lado weird. Atravesando nuestros límites para probarnos que no los hay, excepto como historias que nos contamos a nosotros mismos».

David Bowie fue un alien venido del futuro para cruzar y alterar todos los límites, hackeando la industria musical, infectando el pop a través de lo performativo, lo masculino a través de lo femenino, lo humano a través de lo extraterrestre… Un proceso de rasgos sónicos y especulativos que el escritor de ciencia-ficción Ramiro Sanchiz movilizará para construir un ensayo penetrante sobre la naturaleza humana. David Bowie, posthumanismo sónico nos propone una lectura radical del creador de Ziggy Stardust transitando entre el espíritu fandom y las teorías del posthumanismo crítico, entablando diálogo con autores como Timothy Morton, Graham Harman, David Lynch o H.P. Lovecraft. Desplegando un conocimiento detallado de la música de Bowie, de sus agentes contaminantes (los procedimientos aleatorios y maquínicos con Brian Eno; el Ambient hauntológico y horrorístico de Scott Walker; las simbiosis vampíricas con Lou Reed, Angela Barnett o Marc Bolan…), así como sus personajes y máscaras. Un enjambre, una swarmachine, una horda de mutaciones y contagios que ponen a prueba nuestra comprensión y que reafirman a David Bowie como el explorador adelantado de un viaje colectivo hacia lo desconocido.