Diciembre, 2020. Llega Xenomórfica on-line y no queríamos dejaros sin vuestro regalo de navidad. Han pasado seis meses desde el lanzamiento en librerías de Xenomórfica Magazine, y en este tiempo hemos visto catálogos enteros cayéndose a pedazos, editoriales independientes (entre las que nos contamos) trastocadas de arriba abajo, calendarios de novedades convertidos en papel mojado de la noche a la mañana. Un hilo delgado construye fantasías de control mientras por las noches el mundo sueña con muñecas sexdolly y androides acribillados a balazos en una pantalla, y la consabida cantinela de una nueva normalidad no hace sino acrecentar la amenaza de una recaída en la «nueva humanidad» (tan espuria y psicopatológica como la primera).
Conviene no olvidar la importancia del input y el output. Las entradas y salidas simultáneas: los circuitos de retroalimentación que de otro modo nunca se estabilizan (pero tampoco se desestabilizan), en ausencia de una entrada regular de datos o intercambio con el afuera. Las instituciones y consejos de sabios querrían mantenernos a salvo de la entrada masiva de virus, cuando ya habíamos sido previamente devorados por la política del Avast anti-virus cultural: mantener a los «bárbaros» fuera.
Con el ánimo de recuperar esa dinámica de contagios, nació precisamente Xenomórfica Magazine, nutriéndose de voces internacionales y también algunas de casa, con la mirada puesta en los flujos de salida pero también en los xenodatos. No es posible cerrarse a la lluvia de iones: están en tu mitocondria. Y con ese mismo espíritu presentamos la nueva vida de Xenomórfica on-line, sabedores de que los aliens están aquí, y no se trata de ponerles fronteras, impedimentos, murallas o certificados de natividad. Toni Navarro y el neorracionalismo; Ana Llurba y su ensayo-ficción sobre la estética del error; Rosa Menkman vista por Helene Furján y Lee Nentwig, son solo la primera andanada de esta «horda de bárbaros», «agentes del afuera» (mientras ellos insistan en delimitar y guardar un adentro que nunca había sido tal). Pues lo que queremos es una cultura con los inputs bien abiertos, dispuesta a estar abierta y ser abierta por los output de los otros. Y viceversa. Queremos contaminaros con el virus de xenodatos. Y para ello debéis actualizar el input y el output. ¡El input y el output!
contenidos (diciembre 2020)
Toni Navarro: Perspectivas sobre el neorracionalismo
Helene Furján y Lee Nentwig: Rosa Menkman: Más allá de la resolución
Ana Llurba: Había una vez un glitch: Por una estética del error y la distorsión voluntaria
Jorge Fernández Gonzalo: Teratología lovecraftiana